A dos ruedas

Cariño mío el tiempo va pasando despacio, muy despacio, pero seguro, por primera vez en este proceso cada mes que cae en el calendario es un mes menos que nos queda para estar todos juntos, creo que con un poco de suerte esta Navidades iremos a buscarte y realmente comenzará nuestra Gran Aventura.
Mientras tanto, papá y yo hemos decidido disfrutar de todos y cada uno de los momentos que nos ofrece la vida, disfrutar con lo pequeño, disfrutar del tiempo que estamos juntos, disfrutar de la familia, de los amigos, de la naturaleza, de todo lo que nos rodea; esto nos ayuda mientras te esperamos y además es una buena filosofía que lo hace todo más sencillo.
Durante este tiempo que no te he escrito han pasado muchas cosas, hemos conocido ha Paula Jiaoli la hija de Rocío y Fernando, es una niña preciosa, estuvimos en su casa y después de dar cuenta de su biberón, esta niña está hecha una glotona, estuvo jugando con papá y a él se le caía la baba, yo creo que pensaba en ti y se veía jugando contigo cuando vayamos a buscarte, fue un momento muy emotivo. Por cierto Rocío me dio muestras de papillas, para cuando nos encontremos contigo, papilla de frutas, de cereales, cariño mío ¡cuanto me queda por aprender, estoy deseando empezar!.
Hace unos días fui al cumpleaños de Marta y allí me encontré con muchas familias con sus chinorris, disfruté un montón jugando con ellas, te sentía cerca y pensé como nos íbamos a divertir juntas.
También tengo que contarte que me ha dado por las dos ruedas y estos días he estado montando en bicicleta, hacía más de veinticinco años que no lo hacía y pensaba que iba a ser incapaz de dar una pedalada, pero oh milagro! No me caí a las primeras de cambio y fui capaz de darme un paseito de media hora con papá por la vía verde que hay al lado de casa, fue un ensayo general para cuando los tres demos paseos con las bicis los fines de semana.
Todo lo que hago durante estos días me recuerda a ti, estás presente en cada minuto, en cada palabra en cada gesto, pero siempre desde la tranquilidad que me da el saber que ya no puede quedar mucho para que estemos juntos como una FAMILIA.
Otra de mis locuras sobre las dos ruedas ha sido el pedirle a papá que me enseñe a montar en moto, así que nos hemos puesto manos a la obra y en un sitio seguro cerrado al tráfico, he empezado a hacer mis pinitos con la vespa, ya he aprendido a arrancarla, no creas que no me ha costado, he aprendido a cambiar las marchas y a circular un poquito, espero que poquito a poco domine el arte de circular en dos ruedas y cuando seas un poquito mayor pueda darte una vueltecita. Te quiero cariño.