jueves, 31 de diciembre de 2009

Tres Aviones, un largo viaje y un atasco

El sábado 28 de noviembre, día de tu cumpleaños, nos levantamos sobre las nueve, desayunamos un riquísimo bizcocho que nos había preparado tu tía María Jesús y nos pusimos en marcha.
Nos acompañó al aeropuerto la tía Cloti, nos fuimos temprano, porque queríamos embarcar pronto las maletas, por si pasaba algo poder tener tiempo para reaccionar.
Llegamos al aeropuerto con las dos maletas, el equipaje de mano y la mochila con la documentación, cariño mío, tu madre se aferraba a esa documentación como si en ello le fuera la vida, era el cordón umbilical que nos unía a ti y por nada del mundo podía permitir que en un descuido se nos extraviara.
Facturamos las maletas y pude respirar tranquila, ninguna pesaba más de veinte kilos y no tuvimos ningún problema, teníamos por delante tres largas horas que intentamos matar la tía Cloti, papá y yo como pudimos, estábamos nerviosos y deseando que pasara el tiempo para poder tomar el primero de los tres aviones que nos esperaba ese largo día.
Felicitamos a tus tíos Gema y Paco que cumplen años el mismo día que tú y pensamos que estarías haciendo en ese momento.
Una horita antes pasamos por los controles previos al embarque, no hubo ningún problema, nada de líquidos en el equipaje de mano y no pitó nada cuando pasamos por el detector, papá y yo nos sentamos de cara a las pistas para ver como partían y llegaban aviones con mil y una historia en su interior, con mil y una ilusión y alguna que otra tristeza. Al ratito de estar allí, una chica se nos acerca y nos dice: vosotros sois Juan y Helena? pensamos rápidamente que nos habían conocido por las camisetas de febrerines y marzianos que llevábamos puestas, pero no, todo se lo debíamos de nuevo a tu tía Cloti que al ver pasar por el control a dos parejas con cara de felicidad supuso que iban a encontrarse con sus tesoros; ni corta ni perezosa los abordó y les preguntó ¿vosotros vais a China a por vuestros tesoros? imagino la cara de sorpresa de nuestros compañeros de aventura, yo soy Cloti la tía de Miguel Feng y mi hermana y mi cuñado están ya esperando el embarque.
De esta forma conocimos a Carmen, Jose, Eva y Rogelio papás de Alejandra y Laura, estuvimos hablando con ellos hasta que embarcamos, son unas familias estupendas con las que hemos tenido la suerte de compartir el viaje de nuestras vidas, un poquito más tarde se unieron al grupo los papás de Fernando, Miguel y María Eugenia a quienes acompañaba María José.
Por fin llegó la hora de tomar el primer avión rumbo a París, mamá estaba nerviosa porque no había mucho tiempo entre vuelos y había que pasar de nuevo los controles del equipaje de mano, en el avión oí a una azafata que le decía a un señor chino si tenía que enlazar con el vuelo de Pekín, el señor dijo que no pero yo me abalancé sobre la azafata y en perfecto castellano le grité que nosotros si teníamos que enlazar, papá que estaba más calmado se lo explicó en francés y ella nos dijo que teníamos esperando a una chica a la salida del avión para que todo fuera más rápido. Así fue y poco menos que corriendo pasamos de una a otra terminal, vuelta a controlarnos el equipaje, a mami le hicieron abrir la mochila de los documentos, pero no hubo problema alguno.
En el avión que nos llevó a Pekín nos encontramos con: Mar y Sergi, papás de Laia, Sara y Juan Jesús papás de Olaia y por fin pude conocer a Manoli y Andreu papás de Ona y compañeros de confidencias en esta larga espera. Por cierto que Manoli y Andreu te regalaron el sonajero con el que nos echaste la primera sonrisa.
El vuelo fue muy largo y papá se dio cuenta que yo no estaba disfrutando del momento por lo que me dijo: Helena estamos haciendo el viaje de nuestra vida, relájate y disfruta; pero tengo que confesarte que no podía disfrutar, demasiadas cosas pasaban por mi cabeza, demasiadas emociones, demasiada responsabilidad. Sin embargo papi tenía razón teníamos que disfrutar de todos y cada uno de los segundos de aquel increíble viaje, por lo que lo cogí de la mano e intente evadirme de todo y pensar solo en ti.
Después de no sé cuantas horas de viaje llegamos a Pekín, de nuevo controles, enseñar pasaportes, equipajes, incluso tuvimos un pequeño sustito ya que a papá que venía acalorado , le pitó el control de temperatura, debido a la dichosa gripe A, el control era muy estricto, lo llevaron hasta una zona donde había un equipo médico, le tomaron la temperatura y no hubo problema, solo era el calor del avión y de la emoción de estar tan cerca de ti.
Al desembarcar nos esperaba Mercedes nuestra guía en esta ciudad que nos acompañó a la puerta de embarque del tercer avión que por fin nos llevaría a Xian, la ciudad que haría realidad nuestro sueño. El viaje fue tranquilo al llegar al aeropuerto de esa ciudad que "solo cuenta con ocho millones de habitantes" nos esperaba Gloria con otra chica y nos comunicaron que la entrega no sería en el hotel, si no que iríamos directamente al registro donde tú nos esperabas. ¡Dios mío que nervios! el momento tan deseado durante tanto tiempo estaba a punto de suceder, pero como siempre ha pasado en este proceso, nuestro ansiado encuentro se iba a demorara un poco más, ya que a esas hora había un atasco terrible en Xian, se podía decir que los ocho millones de habitantes se habían echado a la calle y una marea de coches, motos, carros, bicicletas sin control ninguno pululaban por las oscuras calles de la ciudad, sin permitirnos avanzar. Estuvimos más de dos horas y media metidos en ese coche, con dos mujeres desconocidas en manos de las que estaban depositadas todas nuestras ilusiones, el cansancio hacía mella, eran demasiadas horas de viaje, el desfase horario y ahora encima esto. Papá y yo nos mirábamos con cara de incredulidad y una sensación de irrealidad me envolvía, parecía estar viviendo una película de suspense en la que sin quererlo nosotros eramos los protagonistas. No se exactamente cuanto tiempo pasamos en aquel coche, solo recuerdo que aparcamos en un edificio de oficinas y nos dijeron que nos diéramos prisa que nos estaban esperando desde hacía tiempo,. Después de tantos años al final y no por nuestra culpa, ibamos a llegar tarde.

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miércoles, 23 de diciembre de 2009

El comienzo de nuestro viaje

Miguel cuando comencé a hacer este blog quería que tuvieras un recuerdo de los momentos vividos hasta que nos encontramos y formamos una familia. Una parte muy importante de nuestra aventura ha sido nuestro viaje a China que por fin ha hecho que seamos una familia, durante los días que estuvimos allí no tuve tiempo de escribirte todo lo que vivimos, pero quiero hacerlo ahora para poder compartir contigo los días tan estupendos que pasamos.

Después del 21 de octubre, fecha en que vimos por primera vez esa cara tan preciosa que tienes, comenzaron los preparativos para el viaje: lo primero era decidir con quien íbamos a viajar, cosa que teníamos claro, viajaríamos con Adopchina. La elección fue fácil ya que conocía la labor de esta asociación y me gusta mucho como trabaja.
Primero Silvia, luego Angels y Montse se portaron estupendamente con nosotros, ayudándonos a preparar todo lo necesario para el viaje, aconsejándonos, traduciendo papeles de forma rápida u veloz, incluso enseñándonos a regatear en nuestras compras en China, desde aquí quiero dadles las gracias de habérnoslo puesto todo tan fácil.
Nos pusimos en contacto varias familias que íbamos a viajar juntas y sobre todo hablaba con Manoli, mamá de Ona y con Elvira que aunque ha tardado un poco más ya tiene una preciosa hija Laia, con ellas comentaba cualquier duda que pudiera aparecer, nos reímos mucho y hablábamos de nuestras cosas.
Otra persona muy importante durante esta etapa fue Lu, mi gran amiga marziana que vive en el mismo pueblo que la tía Tere, ella es mamá de Jin, como viajó antes que nosotros, sus consejos y cuidados fueron muy importantes para mi.
En esos días el correo funcionaba continuamente, todo eran dudas, algunas importantes otras absurdas, pero el poder compartirlas con familias que también estaban a punto de cumplir su sueño era muy importante y ayudaba a hacer la espera más agradable, además Angels siempre estaba vijilándonos de cerca y apareciendo cuando había una duda.
Por fin llegó el día 27 de noviembre, viernes, ese día viajábamos hasta Madrid, para pasar allí la noche. Por la mañana mamá tenía una actividad frenética preparando maletas, pesando maletas, estaba tan liada que al final tuve que pedir ayuda a la abuela, que es única para organizar el equipaje, al final gracias a ella conseguimos meter todo lo necesario en dos maletas medianas que pesaban 17 y 17,5 kilos, ufffffffffff no quería llegar a 20 kilos. El equipaje de viaje 7.5 kilos, teniendo mucho cuidado de no llevar ningún líquido que pudiera retrasar nuestro paso por el aeropuerto y que nos hiciera perder el avión.
Cuando papá llegó del trabajo comimos descansó un poquito y nos pusimos en marcha, aquí comenzaba EL VIAJE DE NUESTRA VIDA.
El viaje, como siempre que el que conduce es tu padre, fue estupendo y muy tranquilo, sin embargo el GPS nos jugó una mala pasada y se empeñaba en perdernos y nos hacernos llegar a casa del tío Juan y de la tía María Jesús, por fin después de casi dos horas dando vueltas llegamos a nuestro destino y allí nos esperaba una comilona estupenda como siempre que vamos a casa de los tíos. Estuvimos con ellos, con tu prima Cloti, la pobre un poco pachucha está esperando una bebita y se mareaba un poco y como no TU TÍA CLOTI.
Esa noche tuve una sensación rara ya que iba a ser la última noche que papá y yo dormiríamos sin tenerte a nuestro lado, nos acostamos tarde y muy nerviosos, pero con una ilusión enorme que hizo que al final pudiera conciliar un sueño dulce abrazada a tu padre.

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miércoles, 16 de diciembre de 2009

El mejor papá del mundo

Miguel hasta ahora solo te he hablado de papá de pasada y creo que es el momento de hacerlo como él se merece, quiero decirte que tienes el mejor papá que se puede desear, te voy a contar un poquito como te quiere tu PADRE.
Ya te he comentado que durante la larga espera que hemos vivido hasta tenerte en los brazos, papá siempre se ha mantenido sereno, sin querer creerse del todo que el milagro iba a producirse, sus sentimientos eran demasiado profundos para vivir la continua montaña rusa que han sido estos casi cuatro años.
Todo esto cambió el día 21 de octubre a las once de la mañana en la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social, cuando vio por primera vez tu cara en esas maravillosas fotos que por fin nos hicieron padres, toda la emoción contenida se desbordó y abrazado a ti, sus ojos se llenaron de lágrimas incapaz de hacer otra cosa que no fuera mirarte. Una vez que pudo articular palabra me dijo: Helena he olvidado todo el tiempo de espera, parece que fue ayer cuando comenzamos nuestra aventura.
A pesar de que papá no es muy dado a manifestar sus sentimientos a los demás, lo he visto presumir orgulloso de hijo ante amigos y conocidos.
El día de nuestro encuentro la emoción volvió a aparecer en su rostro y unas lágrimas se derramaron por sus mejillas en el momento de tomarte en brazos.
Miguel quiero que sepas que al segundo de tenerte en sus brazos tu padre aprendió a ser un autentico papá, enseguida creó un estrecho vínculo contigo. Si alguien me pregunta alguna vez si sabría definir la felicidad, yo le diría que la felicidad era la cara que tenía tu padre en el hotel de Xian al poquito rato de estar juntos, nunca en todos los años que lo conozco lo había visto tan radiante.
Papá estuvo a la altura y me ayudó a superar el pánico que se apoderó de mí en el momento de entrar en la habitación, me quedé bloqueada, pero el sí sabía como cuidar de ti, te comía a besos, te abrazaba con cariño y te hacía sonreír hasta que aparecían esos dientecillos en tu boquita.
Al momento se puso al mando, te preparó el baño y disfrutó de lo bien que te lo pasas en el agua y del chapoteo de tus manos, te dio dos potitos de pera, de los que diste buena cuenta en un tiempo record y te durmió en sus brazos como todo un padre experto.
Yo mientras miraba embelesada a mis dos amores y sentí algo que nunca había sentido antes, un cariño hacia tu padre que no sabría explicar.
Durante todo el viaje te ha cuidado, mimado, estimulado tanto que enseguida tú comprendiste que él era tu Papá.
En casa ha vuelto hacer que todo resulte fácil, a pesar de que los tres hemos estado un poco pachuchos, no tiene pereza para jugar contigo, para levantarse por las noches cuando, debido a los puñeteros moquillos, gimoteas inquieto en la cuna.
Miguel me encanta miraros a los dos y ver la felicidad reflejada en vuestras caras. Estoy deseando, cuando seas un poco más mayor, poder ver como compartís aficiones, por cierto que ya tienes esperando una moto que te han regalado Paula y Manu los amigos de la tía Cloti, quiero ver como le ayudas a arreglar la Vespa en el patio de casa de la abuela.
Desde aquí quiero decirle GRACIAS PAPÁ POR SER EL MEJOR PAPÁ DEL MUNDO

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miércoles, 2 de diciembre de 2009

Una fotito de Miguel

Perdonar que esta entrada sea poco extensa pero escribo con Miguel en brazos.
Solo deciros que estamos alucinamos con Miguel es un cielo y se camela a todo el mundo porque siempre esta sonriendo, aunque nos ha tomado la medida y cuando quiere algo se pone burro.Nos gustaria conectarnos mas pero nuestro ingles es basico y nos cuesta hacernos entender.Os envio una foto para que vayas haciendo boca

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