domingo, 21 de octubre de 2012

Una pequeña sorpresa, mil y una alegría

Hoy hace tres años que una pequeña sorpresa revolucionó nuestra existencia. Miguel hoy hace tres años que vimos tu carita por primera vez. Poco nos costó acostumbrarnos a la realidad de que teníamos un niño precioso, rápidamente sentimos una enorme alegría de que tú, Miguel Feng, nos esperaras al otro lado del mundo. Igual el abuelo Miguel, como decía la tía Cloti, tiró fuerte desde el cielo de hilo rojo para que un nieto llevara su nombre; igual, como decía la abuela, papá tenía que tener un compañero de aficiones. De nuestros sentimientos de aquellos momentos ya te he hablado, hoy quiero decirte que desde ese día en nuestras vidas ha habido momentos felices que se han visto acrecentados por tu presencia y otros menos felices mitigados por tu sonrisa. Miguel muchas veces pienso que todo es un sueño, el mejor sueño de mi vida del que no quiero despertar

2 comentarios:

Inga dijo...

¡Qué alegría más grande de tener a un hijo! La vida sin niños es como el jardín sin flores. ¡Que seáis muy felices!

Silvia Parque dijo...

Qué blog más bonito. Felicidades por su familia.