lunes, 25 de julio de 2011

El empeño por lo bien hecho

Querido Miguel:

Te escribo para contarte una noticia, no por esperada menos dolorosa: la abuela Elena nos ha dejado.

En estos momentos tan dolorosos quiero dar gracias a Dios, a su Dios al que ella tanto quería por habérsela llevado a tiempo, justo cuando en plena lucidez, decidió que ya no merecía la pena seguir luchando.

Quiero dar las gracias a su Dios y a todos los Dioses que hicieron posible que pudierais disfrutar juntos de momentos entrañables durante casi dos años. Gracias por permitirme tener el recuerdo de Miguel ayudando a la Abuela a llevar su muleta.

Quiero dar las gracias a Esperanza por el mimo y el cuidado con el que la ha cuidado desde que sus fuerzas comenzaron a fallar: no sabes la ternura que me envuelve cuando la pobre repite una y otra vez: discutíamos mucho, pero nos queríamos mucho.

Quiero dar las gracias a tu padre, porque desde su discreción, me ha apoyado en los duros momentos que acabamos de vivir y ha conseguido que tú no hayas notado la ausencia de tu madre.

Gracias a todos y cada uno de mis hermanos por estar al lado de la abuela. Gracias a la tía Cloti, porque superando sus miedos, ha sido el auténtico apoyo de la abuela en estos momentos. En el instante que llegaba a la habitación del hospital se dirigía a la cama de la abuela y le colocaba sus gafas, sus dientes, le ponía sus sonotomes y le pintaba los labios de color carmín como a ella le gustaba. La transformación era increíble, la abuela volvía a ser la abuela y eso a ella le ayudaba a sentirse mejor.

Gracias al tío Enrique porque con su presencia, sus palabras y caricias seguro que ha hecho más dulces los últimos momentos de la abuela.

Gracias a todos y cada uno de sus nietos y nietas porque en la distancia unos y en la cercanía otros siempre han estado al lado de la abuela y han hecho posible que disfrute de sus binietos.

Gracias a Santi por prestar su poderosa voz en la ceremonia de despedida de la abuela, ella que también la tenía poderosa en sus participaciones en la misa, seguro que la ha disfrutado.

Gracias a Coralito por querer aferrar a la vida a la abuela, no sabes cuanto ha significado para mí su preocupación durante estos días.

Gracias a María Teresa por permitir que la abuela haya entrado en el cielo con las uñas perfectas.

Gracias a Irina y Elena por ayudar, cuidar y mimar a la abuela durante el último mes, ella se ha ido orgullosa de sus “cuidadoras”.

Gracias a todas y cada una de las persona que nos han querido acompañar en estos momentos.

Gracias a Antonio por el semblante de la abuela que ha dibujado durante la homilía, creo que de forma sencilla ha retratado la imagen que todos tenemos de ella.

Como ha resaltado la abuela tenía empeño por lo bien hecho y tal era este empeño que yo cuando era pequeña temía los meses de septiembre; durante el mes de vacaciones de la abuela me tocaba hacer con ella las camas y tal era su afán por la perfección que nunca conseguí hacerla sentir satisfecha con el resultado.

Este empeño lo ha llevado hasta sus últimos momentos, Miguel tu abuela me ha dado un auténtico ejemplo durante los días que ha estado malita, cuando llegábamos a verla y le preguntábamos como se encontraba, ella decía: hoy estoy mejor, al menos he…….. y siempre encontraba un motivo para sentirse mejor.

La abuela a penas se ha quejado y según me comentó una de las auxiliares que la cambiaba, sus palabras siempre eran de agradecimiento y para pedir perdón por el trabajo que estaba dando.

Su lucidez en estos momentos impresionaba, sabía perfectamente en que día vivía y seguía controlando todos y cada uno de nuestros movimientos.

Y quiso hacerlo tan bién que cuando ya no era capaz de ayudar a los demás pidió irse y su Dios la escuchó y además hizo que el milagro de la vida se materializara y el día que la despedimos nació su quinta biznieta.

Miguel ojala yo sepa transmitirte el empeño por lo bien hecho.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Miguel, tu mami es un portento escribiendo y sintetizando, paro lo caul yo soy nula.

Hermana gracias a ti por cubrir mis carenciassssssss, ya sabes que ante la parafernalia que rodea a la muerte soy un mueble.

Miguel, abela y papu estan muy guapos

Un besito Clotilde

Anónimo dijo...

Precioso tu escrito, Mª Elena. Seguro que Miguel se va a sentir orgulloso.
Besos. MARI

Eva Maria dijo...

Una vez más me has hecho llorar, no dudes que sabras transmitirle a Miguel el empeño por lo bien hecho, ¿Es que quizás no esta bien hecho este precioso agradecimiento en palabras escritas? pues esto también es trabajo bien hecho, tú vales mucho como persona, como madre y como todo, creeme y creetelo tú tambien, en la vida no todos tenemos la misma virtud y quizás tu fuerte no era hacer bien la cama como tu dices, pero sabes salir airosa de muchas otras situaciones y eso amiga mía tambien es trabajo bien hecho, luchar y conseguir lo que uno se propone, eso es trabajo bien hecho y tu esto lo haces muy bien, así que sigue siendo como eres porque estoy segura que tu madre desde el cielo te guiara y te ayudara ha hacer ese trabajo todo lo bien hecho que te propongas, un besazo guapa

Tu vecina y amiga Eva