Cariño mío hoy es día 14 de NUESTRO MES y tengo una sensación extraña que quiero compartir contigo: aunque hace más de tres años que te esperamos no tengo muy claro cual es el recorrido de nuestros expedientes durante el último mes; he oído rumores a lo largo del camino, pero siempre lo veía tan lejano que nunca ponía excesiva atención, pero todo llega y ya somos nosotros los que estamos a punto de ser asignados.
Gracias a Angels, nuestra jefa de Adopchina, que nos mantiene informadas a las familias que hemos emprendido por libre esta aventura, ya sé que nuestros futuros están unidos para siempre, y tengo que decirte que tengo una rara sensación, estoy feliz, ¿cómo no debería de estarlo si se está haciendo realidad mi mayor deseo?, sin embargo todo es extraño, pues a pesar de que ya formamos una familia y hemos dejado de ser dos más uno para convertirnos en tres, solo puedo imaginarte: imaginar como serán tus ojos, el color de tu pelo, la sonrisa de tus labios, intento sentir tu olor pero se me escapa.
He ido al supermercado y una amiga me pregunta ¿ y “lo tuyo” como va?, ¿cómo explicarle que lo mío: va, que ya está, que se ha producido el milagro, pero que aún nos quedan al menos dos semanas para ver tu cara.
Hoy ha sido un día gris, y ese gris inunda mi ánimo quiero gritar que soy feliz, pero como siempre durante este largo proceso, tengo que medir mis sentimientos y esperar, esperar un poco más.
A pesar de todo ello tengo que decirte que por primera vez en mi vida me he sentido: MADRE.
Aquí escribes el resto del contenido que no se vera.